lunes, 28 de julio de 2008

Sexo en el Cuarto Paso de A.A.

El aspecto sexual es uno de los "cucos" dentro del Cuarto Paso de Alcohólicos Anónimos. Me parece bueno no perder de vista que mediante el Cuarto Paso tenemos una valiosa oportunidad para desbloquear aspectos de nuestro carácter que tienen su origen en situaciones ligadas con lo sexual (abusos durante la niñez, conflictos a partir de la "desinformación" sobre nuestra sexualidad, culpa, etc.).

Sobre este tema podemos leer en el Libro Grande:

"Ahora lo referente al sexo. Muchos de nosotros necesitábamos una revisión en este sentido. Pero por encima de todo, tratamos de ser sensatos en esta cuestión. ¡Es tan fácil descarrilarse! Aquí encontramos opiniones humanas que van a los extremos, quizá extremos absurdos. Una serie de voces clama que el sexo es un apetito de lo más bajo de nuestra naturaleza; una necesidad básica de procreación. Luego tenemos las voces que claman por sexo y más sexo; las que deploran la institución del matrimonio; las que creen que la mayoría de las dificultades de la raza humana tienen su causa en motivos de la sexualidad. Creen que no tenemos suficiente, o que no es de una índole apropiada. Ven su significado por todas partes. Una escuela no le permite al hombre sazonar sus viandas y la otra quiere que todos estemos a dieta ininterrumpida de pimienta. Nosotros queremos estar fuera de la controversia. No queremos ser árbitros de la conducta sexual de nadie. Todos tenemos problemas sexuales. Difícilmente seríamos humanos si no los tuviéramos. ¿Qué podemos hacer con ellos?
Examinamos nuestra conducta de los años pasados. ¿En qué habíamos sido egoístas, faltos de honradez o desconsiderados? ¿A quiénes habíamos herido? ¿Despertamos injustificadamente celos, sospechas o resentimientos? ¿En qué habíamos sido culpables, y qué pudimos haber hecho para evitarlo? Escribimos todo esto en un papel y lo examinamos." (A.A., pags. 64-65 - Cap. 5 "Cómo trabaja").

Nuevamente sugiero cambiar la palabra culpable por responsable... la recapitulación del Cuarto Paso es un proceso de liberación y la culpa no libera en absoluto. Es muy distinto pensar o decir soy culpable de eso..., a pensar o decir soy responsable de eso..., no te parece?

"De esta manera tratamos de formarnos un ideal cuerdo y sólido de nuestra futura vida sexual. Pusimos cada relación a esta prueba: ¿Era egoísta o no? Le pedimos a Dios que moldeara nuestros ideales y nos ayudara a vivir a la altura de ellos. Recordemos siempre que Dios nos había dado nuestros poderes sexuales y por consiguiente eran buenos, no para ser usados a la ligera o egoístamente, ni para ser menospreciados o aborrecidos."

"Cualquiera que resulte ser nuestro ideal, tenemos que estar dispuestos a que se arraigue en nosotros. Tenemos que estar dispuestos a hacer reparaciones en los casos en que hayamos causado daño, siempre y cuando al hacerlo no causaramos más daño aún." (Alcohólicos Anónimos, pags. 64-65 al, tene- Cap. 5 "Cómo trabaja").

Creo que el aspecto sexual tiene que ser revisado resguardándolo de las miradas "moralistas", propias y ajenas. No vamos a juzgar a nadie, y menos a nosotros mismos. Nadie se limpia revolcándose en el barro.

Todo ser humano tiene un perfil sexual propio y tiene derecho a ejercerlo sin culpa, siempre que no obligue a nadie a ejercerlo con él.

domingo, 27 de julio de 2008

Serenidad

Escribe una oración

Expresa con tus propias palabras tu agradecimiento por el día recibido, por la presencia de tus seres queridos, por la felicidad y salud de la que disfrutas (podría ser peor), por la calma que se instalará en tu seno para acompañarte todo el día.

"Entiende la vida como un préstamo que hemos de devolver agradecidos"
SÉNECA

Conecta naturalmente

La parte animal que habita en nosotros necesita de vez en cuando conectar con la naturaleza. Proponte dar un paseo por el bosque o la playa al menos una vez por semana para recuperar tu armonía interior.

"Grandes cosas tienen lugar cuando los hombres y las montañas se encuentran."
WILLIAM BLAKE

viernes, 25 de julio de 2008

Cuarto Paso de A.A. (5ta. parte)

Se supone que el inventario de Cuarto Paso de A.A. contenga lo negativo y lo positivo.

Nosotros ya tenemos una lista de "deficiencias" que nos serviran como guía en nuestro inventario. Ahora veremos cuales son las "cualidades". En la página 62 del Libro Grande de A.A. los autores nos dicen como podemos reaccionar ante aquellos que nos han "lastimado" y hacen mención de algunas "cualidades":

"Le pedimos a Dios que nos ayudara a demostrar la misma tolerancia, paciencia y compasión que gustosamente tendríamos para con un amigo enfermo. Cuando alguien ofendía nos decíamos a nosotros mismos: "Está enfermo ¿Cómo ayudarlo? Dios me libre de enojarme. Hágase Tu Voluntad". (Alcohólicos Anónimos, pag. 62-63 - Cap. "Cómo trabaja").

En el párrafo anterior encontramos tres cualidades que pueden ser utilizadas como guía en nuestro inventario: tolerancia, paciencia y compasión. Después en la página 66 leemos:

"Si hemos sido concienzudos en nuestro inventario personal, habremos puesto mucho por escrito. Hemos catalogado y analizado nuestros resentimientos; hemos empezado a aprender la tolerancia, la paciencia y la buena voluntad hacia los hombres, aún hacia nuestros enemigos, porque los vemos como a enfermos. Hemos hecho una relación de las personas a quienes hemos ofendido con nuestro comportamiento y estamos dispuestos a reparar el pasado si podemos". (Alcohóliocs Anónimos, pag. 66 - Cap. "Cómo trabaja").

A las cualidades que teníamos enlistadas, ahora se suma, según lo leído en el párrafo anterior, la "buena voluntad".

A la lista que ya tenemos podemos agregar las cualidades adicionales extraídas del folleto del Grupo A.A. Washington (EE.UU) y de artículos publicados en la revista de A.A. "Grapevine". Las cualidades pueden ser las siguientes: perdón, humildad, verdad, generosidad, honestidad, actividad (esmero), fe y amor.

De esta forma, la guía de cualidades para nuestro inventario de Cuarto Paso sería más o menos la siguiente:

Tolerancia
Paciencia
Compasión
Buena voluntad
Perdón
Humildad
Verdad
Generosidad
Honestidad
Esmero (actividad)
Fe
Amor

martes, 22 de julio de 2008

Cuarto Paso de Alcohólicos Anónimos (4ta. parte)

Anteriormente veíamos la conveniencia de contar con una guía de las debilidades a inventariar. Nuestra guía de Cuarto Paso ya cuenta con espacio para los resentimientos, el egoísmo, falta de honradez, y el miedo.

A esta lista le agregaremos algunas deficiencias más, según nos sugieren en el Libro Grande:

"Examinaremos nuestra conducta de los años pasados. ¿En qué habíamos sido egoístas, faltos de honradez, o desconsiderados? ¿Despertamos injustificadamente celos, sospechas, o resentimientos? ¿En qué habíamos sido culpables, y qué pudimos haber hecho para evitarlo? Escribimos todo esto en un papel y lo examinamos". (Alcohólicos Anónimos, pag. 65 - Cap. "Cómo trabaja").

Antes de continuar nos detengamos un momento en la expresión: "¿En qué habíamos sido culpables...?" Personalmente reemplazo la palabra culpa por "responsabilidad", porque creo que cuando nos hallamos culpables, necesitamos ser castigados. Vale también decir que los autores recalcan la conveniencia de que nuestro inventario sea escrito.

En el capítulo I, "La historia de Bill", del libro Alcohólicos Anónimos, el co-:fundador describe como realizó su inventario de Cuarto Paso. En la página 12 del Libro Grande podemos leer "... Sin ningún temor encaré mis pecados y estuve dispuesto a que mi recién encontrado Amigo me lo quitara de raíz".

Luego continúa Bill W.: "Mi compañero de escuela (Ebby T.) fue a visitarme y lo puse al tanto de mis problemas y mis deficiencias. Hicimos una lista de las personas a quienes había dañado o contra los que tenía resentimientos".

En el anterior párrafo Bill nos dice que él realizó su inventario con su compañero Ebby T. (grupos Oxford). Tengamos en cuenta que esto sucede en diciembre de 1934 en el Hospital Towns, donde Bill está siendo desintoxicado por tercera vez en ese mismo año. La condición física de Bill no es la mejor y por lo tanto seguramente quien escribió el inventario de Bill fue Ebby T., quien había permanecido sin beber alcohol varios meses. Esto lo comento como supuesta anécdota y como posibilidad para que alguien de nuestra absoluta confianza nos ayude en la confección de nuestro Cuarto Paso.

Hasta ahora vimos que nuestro inventario debería ser por escrito, que para nuestro Cuarto Paso es conveniente realizar una lista de deficiencias y cualidades. Que estas deficiencias pueden ser:

Resentimientos - egoísmo - falta de honradez - miedo

y que a estas podemos agregarles las siguientes:

falso orgullo - envidia - celos - pereza

Estas últimas han sido recopiladas de un folleto del grupo Washington D.C. que contiene instrucciones precisas para la realización del Cuarto Paso: "... Algunos equivocadamente, pensamos que el inventario es un cúmulo de deudas sin pagar, y una lista de disculpas que no hemos hecho. Nuestros problemas van emucho más profundo. Encontraremos la raíz de nuestros problemas, que han sido basados en resentimientos, falso orgullo, envidia, celos, egoísmo, y varios más. La pereza es otro factor importante. En otras palabras estamos haciendo un inventario de nuestro carácter, nuestra actitud hacia nosotros, nuestra real forma de vivir". (Folleto del grupo Washington D.C. "A.A. Una interpretación de los Doce Pasos").

Proximamente veremos las cualidades a inventariar en nuestro Cuarto Paso.

viernes, 18 de julio de 2008

Recuperar nuestro Poder interior

Al hacer nuestro inventario de Cuarto Paso podemos caer sin darnos cuenta en el rol de juez o de víctima, re-viviendo toda la carga emocional de culpa y autojustificación de la situación original que estamos inventariando. Es por esto que creo que al realizar el Cuarto Paso lo mejor es intentar mirar los hechos como un testigo imparcial.

Con el inventario del Cuarto Paso de A.A. vamos desatando los nudos que nos mantienen atados a una visión empobrecida y limitada de nosotros mismos y de los demás.

Al ir desatando los nudos del pasado, nos paramos con mayor firmeza en el aquí y ahora, y nos aproximamos con paso firme a la reconciliación definitiva con nosotros mismos y por ende con los demás; es decir que comenzamos a recuperar nuestro legítimo Poder interior.

miércoles, 16 de julio de 2008

¿Qué onda con el pasado?

Sería maravilloso poder transformar el pasado, esos malos tiempos que contaminan el aquí y ahora. Sería maravilloso ir al pasado y volver de él sin resentimientos, enojo o frustración.

Ese es el potencial del Cuarto Paso de Alcohólicos Anónimos... transformar mediante la alquimia espiritual el sentido de nuestro pasado y darle un significado totalmente diferente.

Es de vital importancia tomar conciencia de cual es el problema para poder resolverlo. Lo primero es la conciencia, porque hasta que no sepa que hay en mí, no podré hacer ningún cambio. Mediante el Cuarto Paso puedo darme cuenta que mi mente está llena de heridas, resentimiento y veneno emocional. Todo esto me devuelve una imagen muy distorsionada de mi mismo. Falsas creencias del tipo: no sirvo, es mucho para mí, no me lo merezco, soy un estúpido, soy poco inteligente, etc.

Tomando conciencia de lo que hay en mí, puedo re-conocer porque pensaba como pensaba, porque decía lo que decía y por que actuaba como actuaba; de esta forma puedo limpiar y curar mis heridas emocionales y percibir quien soy en realidad, sin filtrarme desde el pasado.

No hay razón para sufrir, desde nuestro pasado recibimos información errónea sobre quienes somos. Siempre hay un momento para darse cuenta que durante muchos años hemos sufrido mucho por nada. ¿Por qué? Porque creemos que somos mucho menos de lo que en realidad somos. Y el pasado tiene mucho que ver en esta distorsionada imagen de nosotros.

El Cuarto Paso puede ayudar a re-descubrir tu auténtica dimensión.

¿Y a vos qué te parece?

Serenidad

Vacía la papelera

Al igual que nuestro ordenador necesita que regularmente vaciemos la papelera de reciclaje, también nuestra mente necesita una higiene regular para aumentar su capacidad. Soluciona lo que tengas pendiente, renuncia a lo que no tiene solución, y caminarás más ligero.

"El orden atrae las ideas"
ANONIMO

Sigue el Tao

O, lo que es lo mismo, fluye con tu realidad de la manera más suave posible. Ante cualquier adversidad en lugar de chocar contra ella, intenta pensar de qué manera puedes aprovechar esa circunstancia en tu beneficio.

"Si no puedes con ello, fluye con ello"
PROVERBIO ZEN

martes, 15 de julio de 2008

Cuarto Paso de A.A. (3ra. parte)

Hasta aquí tenemos una sugerencia clara y puntual: inventariar los resentimientos. Para esto es conveniente hacer una lista de las personas, instituciones y principios con los que estamos resentidos.

A continuación los autores del Libro Grande nos dicen:

"Refiriéndonos una vez más a nuestra lista, quitando de nuestras mentes los errores que los demás habían cometido, buscamos resueltamente nuestras propias faltas. ¿cuándo habíamos sido egoístas, faltos de honradez y habíamos tenido miedo? Aunque no enteramente culpables de una situación, tratamos de hacer a un lado completamente a la otra persona involucrada en ella. ¿En qué estaba nuestra culpabilidad? El inventario era nuestro inventario y no del otro. Cuando nos dábamos cuenta de nuestras faltas, las apuntábamos. Las poníamos frente a nosotros en "blanco y negro". Admitíamos honradamente nuestras faltas y estábamos dispuestos a enmendarlas". (Alcohólicos Anónimos, pag. 63 - Cap. 5 "Como trabaja").

Al final de la página 63 los autores ponen de manifiesto la importancia de inventariar (tomar conciencia) nuestros temores:

"Analizamos concienzudamente nuestros temores. Los escribimos en el papel aunque no tuviésemos resentimientos relacionados con ellos. Nos preguntamos por qué los teníamos. ¿No era porque la confianza en nosotros mismos nos había fallado?

Más adelante nos dicen que perderemos el temor si confiamos en un Poder superior a nosotros mismos:

"Tal vez haya una forma mejor, nosotros así lo creemos. Porque hasta ahora estamos basándonos en algo diferente: nos basamos y confiamos en Dios. Confiamos en Dios Infinito en vez de nuestros "egos" limitados. Estamos en el mundo para desempeñar el papel que El nos asigne. Justamente, hasta el punto en que obramos como creemos que El lo desea y humildemente confiamos en El, así El nos capacita para enfrentarnos con serenidad ante las calamidades". (Alcohólicos Anónimos; pag. 64 - Cap. 5 "Como trabaja").

Hasta aquí se nos sugiere hacer un lista de nuestros resentimientos y fijarnos en qué habíamos sido egoístas, faltos de honradez y por qué sentíamos miedo. En los próximos días veremos algunas debilidades adicionales que nos serviran para ver las fallas que hay en nosotros, siempre recordando que este inventario puede hacerse con el fin de ver que hay en mí para poder liberarme de todo aquello que me impide disfrutar de la vida.

viernes, 11 de julio de 2008

Permitirnos un poco de serenidad

Deja el trabajo en su sitio

Un error que cometen muchas personas es llevarse trabajo a casa con la esperanza de adelantar algo para el día siguiente. Aunque en la práctica a menudo se queda en la cartera, el sólo hecho de tenerlo en el hogar nos impide disfrutar del tiempo libre con la conciencia tranquila.

"No hay nada loable en trabajar por el mero hecho de trabajar."
J. S. MILL

Niégate

Si eres de estas personas que parecen haber venido al mundo para complacer a los demás, practica de vez en cuando el saludable ejercicio de decir "NO". Puede que al principio se enfaden contigo, pero a medio plazo te respetarán más y sobre todo, te dejarán tranquilo.

"Hay gente del todo incapaz de robarme mi dinero, pero no vacila en robarme el tiempo que necesito para ganarlo."
CHARLES CHAPLIN

jueves, 10 de julio de 2008

Cuarto Paso de A.A. (2da. parte)

Ahora veamos como podemos hacer el inventario del Cuarto Paso de A.A. Dice el Libro Grande:

"Nosotros hicimos exactamente lo mismo con nuestras vidas. Hicimos inventario honradamente. Primero, buscamos las fallas de nuestro carácter que causaron nuestro fracaso. Estando convencidos de que el ego, manifestado en distintas formas, nos había vencido, consideramos sus manifestaciones comunes". (Alcohólicos Anónimos; pag. 60 - Cap. 5 "Como trabaja").

"Buscamos las fallas de nuestro carácter que causaron nuesto fracaso", en esta línea podemos percibir el potencial "sanador" del Cuarto Paso: el re-conocer estas fallas abre la puerta a la comprensión de uno mismo: "Por qué pensaba como pensaba, por qué hablaba como hablaba y por qué actuaba como actuaba"; esta comprensión nos permitirá perdonarnos y reconciliarnos con nosotros mismos.

Muchas veces escuché en los grupos que el alcohol había deformado nuestro carácter, personalmente creo que esto no es así. La deformación del carácter es previa a la ingesta de alcohol, la manera de beber es sólo un síntoma de esa deformación de carácter.

Una de las manifestaciones más comunes del ego son los resentimientos, vayamos sin temor por ellos:

"El resentimiento es el ofensor número uno. Destruye más alcohólicos que cualquier otra cosa. De éste se derivan todas las formas de enfermedad espiritual, ya que nosotros hemos estado no solamente física y mentalmente enfermos, sino también espiritualmente. Cuando es superado el mal espiritual, nos componemos mental y físicamente. Cuando tratamos los resentimientos los escribimos en un papel. Hicimos una lista de personas, instituciones o principios con los que estábamos molestos, y nos preguntamos el por qué. En la mayoría de los casos se descubrió que nuestro amor propio, nuestra cartera, nuestras relaciones personales (incluyendo las sexuales) estaban lastimados o amenazados. Así que estábamos furiosos".

Un poco más adelante podemos leer en el Libro Grande:

"Miramos en retrospectiva nuestras vidas. Solamente contaban la entereza y la honradez. Cuando terminamos, consideramos cuidadosamente el resultado. La primera cosa aparente fue que este mundo y su gente frecuentemente estaban muy equivocados. Llegar a la conclusión de que los demás estabán equivocados fue hasta donde llegamos la mayoría. El resultado común era que la gente continuaba siendo injusta con nosotros y que seguíamos molestos. A veces era remordimiento y entonces nos molestabamos con nosotros mismos. Cuanto más luchábamos por amoldar, el mundo a nuestro deseo, más empeoraban las cosas. Como en la guerra, el victorioso solamente parecía ganar. Nuestros momentos de triunfo eran de corta duración.
Es evidente que una vida en la que hay resentimientos profundos sólo conduce a la futileza y a la infelicidad. En el grado exacto que permitimos que esto ocurra, malgastamos unas horas que pudieron haber sido algo que valiera la pena. Pero con eel alcohólico, cuya esperanza es el mantenimiento y el desarrollo de una experiencia espiritual, este asunto de los resentimientos es infinitamente grave. Nosotros nos dimos cuenta de que es fatal porque cuando estamos abrigando estos sentimientos nos cerramos a la luz del espíritu. La locura del alcohol regresa y volvemos a beber; y para nosotros beber es morir". (A.A., pags. 61-62; cap. 5 "Como trabaja).

Ya tenemos un poco más claro que nos sugieren hacer: buscar las fallas de carácter que ocasionaron nuestro fracaso. Una de las "fallas de carácter" más nociva es el resentimiento, por eso nos sugieren comenzar nuestro inventario haciendo un listado de las personas, instituciones y principios con los que estábamos resentidos.

Recordemos que este inventario no lo hacemos para ser más buenos a los ojos de "dios", o de los demás, o para castigarnos por el "terrible pasado". Lo hacemos para liberarnos de todas esas cuestiones de carácter que nos joden y nos impiden tener un contacto consciente con nuestro Poder interior.

lunes, 7 de julio de 2008

Cuarto Paso de Alcohólicos Anónimos (1ra. parte)

El Cuarto Paso de A.A. dice: "Sin temor, hicimos un minucioso inventario moral de nosotros mismos".

En los anteriores Pasos hemos tomado importantes decisiones, a partir de ahora comienza la acción, y la acción fuerte de A.A. apunta básicamente a la limpieza interior. Desde el Cuarto y hasta el Décimo Paso nos guiarán por un camino de liberación de aquellas cuestiones de nuestra personalidad que siempre nos han perturbado. Pero para liberarme primero debo re-conocer que es lo que hay en mí de negativo. Ese el el propósito del Cuarto Paso: definir mis debilidades de carácter, para después en los siguientes Pasos poder liberarme de ellas.

Recordemos que el Cuarto es un Paso LIBERADOR, y que su potencial va mucho más allá de ser un simple recordatorio de barbaridades pasadas.

En la página 59 del Libro Grande los autores nos dicen que es lo que tenemos que hacer si estamos dispuestos a seguir.

"Después nos encaminamos por un derrotero de acción vigorosa, en el que el primer paso consiste en una limpieza personal de nuestra casa, la cual muchos de nosotros nunca habíamos intentado. Aunque nuestra decisión fue un paso fundamental y decisivo, su efecto permanente no podía ser mucho a menos de que fuera seguido inmediatamente por un esfuerzo enérgico para encarar las cosas que habían en nosotros, que nos estaban obstaculizando y desprendernos de ellas". (A.A., pag. 59 - cap. 5 "Como trabaja").

En el anterior párrafo los autores nos recuerdan que las decisiones tomadas en los anteriores Pasos, si bien han sido "fundamentales y decisivas", su efecto no será duradero a menos que fuera seguido INMEDIATAMENTE por un esfuerzo enérgico para encarar las cosas que habían en nosotros que nos estaban bloqueando y perturbando.

Este proceso de limpieza, que aquí comenzamos, nos permitirá "sintonizar de mejor manera" con ese Poder superior. Las debilidades (defectos o como quieras llamarlas), actúan como bloqueos (interferencias) ante ese Poder superior. Se entiende que el contacto consciente con un Poder Superior es un camino de dos vías: pido orientación y la recibo. La limpieza interior permitirá despejar esas vías, sobre todo la de regreso; es muy difícil que alguien que está "cegado" por los resentimientos, ira, celos, o cualquier otra debilidad pueda recibir esa guía (inspiración, corazonada, intuición).

Las debilidades actúan como "interferencias" en ese intento de SINTONIZAR con la FRECUENCIA de nuestro Poder superior.

Ahora vamos a intentar establecer un contacto consciente con nuestro Poder superior, tal cual cada uno lo conciba. Para ese contacto hay que re-conocer los aspectos de nuestra personalidad que nos han mantenido en la oscuridad. Recordemos que nuestro alcoholismo es nada más que un síntoma.

Los autores del Libro Grande comienzan con una comparación entre un inventario personal y un inventario comercial:

"Consecuentemente, empezamos a hacer un inventario personal. Este era el Cuarto Paso. Un negocio del cual no se hace un inventario con regularidad, se va generalmente a la quiebra. El inventario comercial es un proceso para encontrar y encarar los hechos. Es un esfuerzo para encontrar la realidad de la existencia de las mercancías que se tienen. Uno de los fines es encontrar cual es la mercancía deteriorada o inservible que hay, para deshacese prontamente de ella sin lamentarlo". (A.A., pag. 60 - cap. 5 "Como trabaja").

Y lo anterior es justamente lo que vamos a hacer: el equivalente a un inventario comercial en nuestras vidas. Vamos a ver lo servible y lo inservible, o sea acentuar lo positivo y eliminar lo negativo, para así poder "sintonizar" de mejor manera con la frecuencia en la que transmite ese Poder superior.

viernes, 4 de julio de 2008

4ta. Fase del alcoholismo

d) Fase crónica

Durante la fase decisiva la intoxicación es la regla, pero el beber en forma continua se limita a las horas de la noche, en cambio en la fase crónica el enfermo se intoxica durante el día, en horas laborables, y persiste en ese estado durante varios días, hasta que llega a incapacitarse completamente. Su conducta provoca el rechazo social unánime y constituye un grave riesgo social.

Se observa decadencia ética con trastornos del pensamiento, de la efectividad y de la voluntad: los efectos son superficiales y primitivos, la labilidad emocional es la regla y existe gran irritabilidad.

Progresivamente el enfermo va siendo invadido por un temor vago e indefinido, teñido de culpa, sentimiento que trata de controlar junto con el temblor marcado que aparece, con ingestas casi continuas. El beber adquiere así un carácter obsesivo.

Es temor no es causado por el miedo a sufrir una desgracia determinada, sino que es un temor generalizado que tiene una comprensión vaga de que esta conducta no puede continuar sin tener un castigo.

Ya a esta altura de la enfermedad el paciente no puede realizar determinados actos, como por ejemplo encender un cigarrillo, darle cuerda a un reloj, etc., sin beber antes una copa.

En esta etapa, el 10% de los enfermos, aproximadamente, puede desarrollar una psicosis alcohólica.

La dependencia alcohólica puede llegar a ser tan intensa que a falta de otra bebida el enfermo puede llegar a beber alcohol de quemar, barniz para muebles, agua de colonia y cualquier otra forma de alcohol desnaturalizado.

En esta fase, con cierta frecuencia, se tiene el fenómeno de la disminución de la tolerancia al alcohol; el enfermo se embriaga con cantidades reducidas de alcohol.

Los razonamientos que había utilizado para justificar su conducta comienzan a perder su influencia, los tapujos se enfrentan con la realidad y el alcohólico admite su fracaso. En este momento se vuelve espontáneamente accesible al tratamiento, continuando, sin embargo, con su beber obsesivo por no ver otra alternativa.

Hasta hace pocos años se creía que el alcoholómano no podía tratarse antes de llegar a este fracaso, sin embargo en la actualidad se ha demostrado que ello puede anticiparse con técnicas psicológicas mucho antes que ocurriese por el curso natural del proceso, y aun el alcoholismo incipiente puede tratarse.

BIBLIOGRAFIA

1) JELLINEK, J. (1953) , Etapas de la alcoholomanía, Seminario Regional Sudamericano de Alcoholismo, Buenos Aires.
2) JELLINEK, J. (1942), Effects of alcohol on the individual, Yale Univ. Press, New Haven.
3) BANAY, R. S. (1944), "Pathologic reaction to alcohol", Quart. J. Std. Alc., 4 : 580.
4) WILLIAMS, A. E. (1966), "Social drinking, auxiety and depression". J. Personality Soc. Psychol, 3 : 689.

jueves, 3 de julio de 2008

3ra. Fase del alcoholismo

c) Fase básica o decisiva (III)

Al evolucionar la enfermedad, ocurren cambios en la vida familiar; la esposa e hijos que tal vez desarrollaban bastantes actividades sociales se apartan de las mismas temiendo un rechazo; por el contrario si eran partidarios de permanecer en el hogar comienzan a salir huyendo del ambiente depresivo. Todo esto trae como consecuencia el resentimiento del alcohólico hacia sus familiares, a quienes hace responsable de su desgracia.

La mayoría de las veces la familia no alcanza a comprender el porque de la conducta alterada del enfermo, lo que origina una actitud agresiva hacia el mismo. Éste siente y teme el rechazo, aumentando aún más sus tensiones y la necesidad de refugiarse en el alcohol para aliviar sus dificultades.

La tremenda importancia que ahora tiene el alcohol en la vida del enfermo lo induce a acumular y proteger una abundante cantidad de bebidas alcohólicas. El enfermo esconde sus bebidas, en los lugares más inverosímiles; esto es una evidencia más del temor que tiene a que la sociedad lo despoje de lo único que hace posible su vida.

Las alteraciones de la nutrición que acompañan a la enfermedad agravan la acción del tóxico y frecuentemente el bebedor es internado por primera vez por complicaciones alcohólicas.

La organopatía más frecuente en esta etapa es la decadencia de la potencia sexual, lo que trae como consecuencia un aumento de su resentimiento hacia la esposa y origina el fenómeno de los celos alcohólicos.

No pudiendo soportar las tensiones emocionales y trastornos físicos, que generalmente experimenta desde el despertar, el enfermo comienza a beber desde la mañana o desde el momento que le es posible hacerlo. Ya a esta altura, está convencido de que no puede comenzar el día sin beber una o dos copas antes de levantarse, y aún antes de vestirse; la copa matutina se hace rutinaria, esta conducta marca el final de la fase básica y anuncia la iniciación de la fase crónica.

Durante la fase decisiva el enfermo aún lucha contra la pérdida completa de sus relaciones con la sociedad; sobre todo realiza un gran esfuerzo por evitar la intoxicación en horas laborables y si es vencido por el alcohol, a veces concurre a trabajar aún embriagado.

Al progresar la enfermedad, el beber en forma continua desde una hora temprana se hace persistente; el paciente es completamente dominado por la dependencia alcohólica; se inicia la fase crónica.

miércoles, 2 de julio de 2008

3ra. Fase del alcoholismo

c) Fase básica o decisiva (II)

Existen individuos que beben cantidades excesivas de alcohol durante muchos años (veinte, treinta o más años) sin llegar a perder el control de la ingesta. Esta diferencia con el enfermo alcohólico estaría dada según Jellinek por la presencia en este último de un factor predisponente (llamado factor X) de probable naturaleza física.

Parece ser que este factor predisponente reprenta alguna pequeña falla latente, que en el curso de beber excesivamente durante varios años, se torna más poderosa hasta interferir en el manejo del alcohol y provocar la pérdida del control de la ingesta. Este factor no tiene relación con la tendencia del enfermo a beber alcohol en forma exagerada, sino que tiene ingerencia solamente en la pérdida del control.

El alcohólico llega a beber excesivamente por razones psicológicas o sociales, en cambio la pérdida del control de la ingesta es un síntoma de un proceso físico quee se superpone al proceso psíquico; siendo el palimpsesto (laguna mental) el primer síntoma de ese proceso físico.

Debe establecerse bien la diferencia que existe entre el bebedor excesivo no alcohólico y el alcohólico crónico. El primero, que carece del llamado factor X de Jellinek, empieza a beber cuando quiere, bebe la cantidad que desea y detiene la ingesta alcohólica cuando se lo propone; en cambio el alcohólico, una vez que ha comenzado a beber; aunque lo haya hecho con el propósito sincero de no beber más de una o dos copas, no puede detener la ingesta y sigue bebiendo hasta embriagarse.

Al producirse las primeras pérdidas del control de la ingesta, el enfermo desarrolla un sistema de razonamiento tratando de justificar su conducta. Sistema de razonamiento que le explica, de manera convincente, la razón de su comportamiento y su capacidad para volver a ganar el control de la ingesta. Dicho sistema se origina en una necesidad interna, pero sirve también para contrarestar la presión social que tiene lugar en ocasión de la pérdida de control.

El enfermo se vale de estos razonamientos no para convencer a su familia, amigos o socios, sino para convencerse a sí mismo.

Con el tiempo, el fracaso del sistema de razonamiento anterior origina una pérdida de confianza en sí mismo; para compensar esta pérdida nace el sentimiento del comportamiento grandioso: el enfermo gasta en extravagaencias y se vuelve grandilocuente.

Más adelante aparece el sistema de aislamiento: el enfermo le hecha la culpa de su desgracia a todo el mundo, lo que trae como consecuencia el aislamiento progresivo de su medio social y una creciente agresividad.

Esta conducta origina sentimientos de culpa. Ya en la fase prodrómica había aparecido el sentimiento de culpa, pero es en la fase decisiva donde adquiere su carácter persistente.

Tratando de complacer a su familia y amistades, el enfermo promete enmendarse y se embarca en períodos de abstinencia. Tiene confianza en que un período de abstinencia de cuatro a seis semanas le permitirá recuperar el control de la ingesta. Tiene la idea de que sus dificultades se deben a que no bebe las bebidas convenientes o a que no bebe en forma correcta. Entonces ensaya un cambio de esquema en el beber: cambia el tipo de bebidas; abandona las bebidas destiladas pasando a beber bebidas fermentadas, o bien retrasa el comenzar a beber en forma continua en dos o tres horas.

En lugar de comenzar a beber en forma continua a las 17 horas por ejemplo, lo hace a las 20 horas, pero con esto lo único que logra es retrasar la aparición de la ebriedad en dos o tres horas.

Al fallar sus propósitos uno tras otro, aumenta la hostilidad hacia su medio social, el aislamiento se hace más pronunciado y su conducta se vuelve alcoholocéntrica. Comienza a temer que sus deberes y actividades puedan interferir en su beber, en lugar de preocuparse del efecto del beber excesivo sobre su trabajo y sus relaciones sociales y familiares.

Generalmente en estos momentos abandona sus amistades y deja su empleo. Rara vez ocurre a la inversa; la mayoría de las veces es el enfermo el que toma la iniciativa y deja su trabajo como una defensa preventiva, antes de verse forzado a soportar la humillación del despido.

Más adelante ocurre una pérdida de intereses; éstos se estrechan hasta formar un círculo pequeño alreededor de su persona; lo que lo obliga a una reinterpretación de sus relaciones interpersonales, terminando por desarrollar una marcada autoconmiseración.

martes, 1 de julio de 2008

3ra. Fase del alcoholismo

c) Fase básica o decisiva (I)

La pérdida del control de la ingesta de alcohol marca la iniciación de la tercera fase de la enfermedad: el enfermo ha concurrido a una reunión con el propósito sincero de no beber más que dos o tres copas, pero a pesar de su intención original sigue bebiendo hasta embriagarse.

En algunas ocasiones, sobre todo si sus obligaciones lo exigen, logra resistir y detiene la ingesta luego de beber una o dos copas, pero lo común es que la mayoría de las veces siga bebiendo hasta llegar a la ebriedad.

El enfermo no puede comprender cómo es posible que se haya embriagado; llega a creer que el episodio no se repetirá, pero en otras ocasiones en cuanto toma la primera copa pierde su resistencia para abstenerse y sigue bebiendo hasta alcanzar cierto grado de intoxicación aguda.

Sin embargo, una vez que ha alcanzado el estado de intoxicación completa es capaz de abstenerse voluntariamente durante varios días, semanas y algunos meses. Es decir, que el enfermo no pierde el control de las ocasiones de beber: la compulsión se inicia con la primera copa y opera únicamente hasta la intoxicación completa, no existiendo entre dos ocasiones independientes.

Al llegar a la fase de intoxicación grave el enfermo no puede beber más alcohol y suspende la ingesta. Muchas veces, en estos momentos, el bebedor está bebiendo contra su voluntad, lo que puede evidenciarse por su dificultad para tragar y las muecas que hace como si estuviera bebiendo cicuta, pero no puede dejar de beber.
En realidad cuando un enfermo bebe una y otra vez, a pesar de los resultados desgraciados del comenzar a beber, no se debe a que exista compulsión, sino a la existencia de otras razones que explican su conducta. Dichas razones son las siguientes:

1) El alcohólico está absolutamente convencido que sabe manejar la bebida y que su episodio de embriaguez fue la consecuencia de causas circunstanciales ajenas a su voluntad. Tiene confianza en su capacidad para vencer aquella debilidad a la que considera momentánea y que la vencerá pronto.

2) El enfermo no ha aprendido otra técnica que la anestesia alcohólica para aliviar sus preocupaciones y malestares psicológicos o sociales; por lo tanto cuando se acumulan las tensiones busca alivio en el alcohol. Ésta no es una cuestión de compulsión, sino de falta de alternativa para remediar una situación nociva.

3) El comenzar a beber no siempre es precipitado por tensiones, sino que con bastante frecuencia lo es por una sencilla situación social. Si cuando está en una reunión se le ofrece una bebida, accediendo a una costumbre social la acepta sin pensar en las posibles consecuencias. La capacidad para ingerir alcohol sin consecuencias es en nuestra sociedad una cuestión de privilegio viril y para el alcohólico es una idea inaceptable el no poseer esa capacidad.